EN LO PRINCIPAL: Querella por los delitos de Lesa Humanidad que indica. PRIMER OTROSI: Exención de fianza de Calumnia. SEGUNDO OTROSI: Solicita diligencias que indica. TERCER OTROSI: Documentos. CUARTO OTROSI: Patrocinio y poder.
SR MINISTRO EN VISITA
Sandor Arancibia, Valenzuela, cirujano dentista, doctor en biología Humana, run 4.218.038-6 domiciliado en Chile en Los Limoneros 3682 Talcahuano Chile a SS respetuosamente digo:
Que vengo en interponer querella criminal en contra de todos los que resulten responsables por los delitos de 1.- Torturas. 2.- Secuestro. 3.- Usurpación de funciones que por la circunstancias 4.- Asociación Ilícita con fines terroristas y que por el dolo con que se cometen adquieren las características de Delitos de Lesa humanidad y por ende imprescriptibles.
EL CONTEXTO EN QUE SE COMETEN LOS DELITOS:
Señala Hans Kelsen que no existen normas categóricas, que todas se aplican en el ámbito de circunstancias que agravan o diluyen su rigor. Dada la naturaleza de los delitos aquí denunciados se hace necesario explicar el contexto de su comisión.
Luego de la insurrección ilegal e inconstitucional de la marina contra el presidente José Manuel Balmaceda (1891) instigada por las empresas salitreras inglesas y por casi un siglo el estado chileno no conoció de las dictaduras sangrientas de otros países latinoamericanos y salvo la interrupción militar de Carlos Ibañez (1927-31) su proceso político se desenvolvió pacíficamente y en el marco de una democracia en permanente proceso de perfeccionamiento, siendo nuestro país uno de los primeros en el mundo en reconocer el derecho a voto de la mujer, por ejemplo.
Chile no conocía de asesinatos políticos, secuestros o torturas como método cotidiano de acción política, el poder militar se subordinaba al político y la libertad de prensa salvo muy contadas excepciones era parte de la cotidianeidad de los ciudadanos.
El 4 de Septiembre de 1970 se efectuaron en Chile las elecciones presidenciales de acuerdo a los plazos y procedimientos establecidos por la Constitución de 1925, que era considerada legítima y legal por todos los ciudadanos, no existe registro alguno de opiniones, resoluciones de órganos estatales, acuerdos de partidos políticos u organizaciones estudiantiles o sindicales en sentido contrario, cualquiera fuera su orientación política o ideológica.
En este evento electoral presidencial resulto electo el Dr Salvador Allende Gossens quien se impuso por sobre los candidatos Jorge Alessandri Y Radomiro Tomic.
Este resultado electoral para producir plenos efectos debía ser ratificado por el Congreso Pleno dentro de los 60 días siguientes.
En el afán de torcer la voluntad ciudadana libremente expresada y la tradición parlamentaria democrática chilena de ratificar la primera mayoría sectores de la derecha chilena urdieron y ejecutaron diversas conspiraciones destinadas a quebrantar la institucionalidad de nuestros país y que impidiera que el candidato ganador asumiera la presidencia de la república, siendo el más grave el encabezado por el general Roberto Viaux que terminó costándole la vida al comandante en jefe del ejército don René Schneider.
En estos afanes por instalar un gobierno usurpador de funciones que necesariamente derivaría en una dictadura sangrienta los complotados contaron con apoyo político, armas y dinero del gobierno norteamericano de la época encabezado por Richard Nixon según queda establecido en los documentos oficiales de EEUU como son los informes senatoriales Church y HInchey.
El Congreso Nacional, con un país impactado ante los graves delitos cometidos por los conspiradores, en sesión plena ratificó el triunfo del Dr Allende
El presidente electo contaba con el apoyo de socialistas, comunistas, radicales, independientes y de todas las agrupaciones sindicales y estudiantiles, su programa contemplaba 40 medidas destinadas a modernizar el país a partir de la reforma agraria y la nacionalización del cobre, insertar al país mas plenamente en el mundo con una política exterior que nos comunicara con otros países y experiencias y establecer una sociedad con justicia social que se definía como “el socialismo”, el cual se fundaba naturalmente en una educación pública, laica, democrática y gratuita y en una amplia participación ciudadana.
Durante el primer año de gobierno la producción industrial del país aumentó en un 17%, se dio curso a la nacionalización del cobre y a la reforma agraria que modernizaron al país sacándolo de su estructura agraria medieval y de una producción minera con rasgos de manifiesto colonialismo. Estas medidas han repercutido de forma permanente y de una manera extraordinariamente favorable a la economía del país y sin ellas resultaría inexplicable la actual prosperidad de nuestra hacienda pública y de los efectos dinamizadores de ella sobre el sector privado.
Se desplegaron enormes esfuerzos por llevar la cultura a todos los rincones del país, la Editorial Quimantú publicó cientos de libros que en total alcanzaron los millones de ejemplares de lo mejor de la literatura universal.
La música alcanzo un nivel de desarrollo de nuestra propia identidad, que luego tendría reconocimiento universal con grupos como Inti-Illimani o Quilapayún. Pablo Neruda alcanzó el premio Nobel en un reconocimiento que no pudo dejar de considerar su representatividad de un proceso de transformaciones sociales.
La educación se hizo pública, democrática y gratuita a todos los niveles.
Millones de personas se incorporaron a los trabajos voluntarios, sin remuneración, para hacer mejor nuestro país.
No se pudo constatar ni un solo acto de corrupción en los miles de funcionarios públicos o responsables de empresas estatizadas o bajo control directo de sus trabajadores.
La oposición compuesta por la oligarquía industrial, financiera y terrateniente y de políticos profesionales desarrolló diversas actividades de desestabilización al gobierno, contando para ello con la colaboración activa del gobierno norteamericano y de los ejércitos de Brasil y Argentina, victimas por aquel entonces de crueles dictaduras. Estas actividades eran por lo general ilegales e iban desde el acaparamiento de artículos esenciales como carne, leche, harina y aceite hasta atentados terroristas que causaban graves daños a la infraestructura del país y pérdidas irreparables de vidas humanas.
La sociedad funcionaba con pleno respeto a las libertades públicas, la mayoría de los medios de prensa eran de propiedad de los intereses de las familias oligárquicas y actuaban contra el gobierno, con todo se mantuvo un irrestricto respeto a la libertad de prensa.
La oposición se planteó alcanzar un recaudo electoral en las elecciones de Marzo de 1973 que le permitiera destituir constitucionalmente al presidente. Los resultados pusieron fin a esta iniciativa, pues el gobierno aumento en un 10% los votos con que había alcanzado el gobierno.
El 29 de Junio un regimiento de tanques intentó dar un golpe de estado atacando el Ministerio de Defensa y el Palacio Presidencial de La Moneda , asonada que sería desbaratada en persona por el comandante en jefe del ejército don Carlos Prats González, quien luego sería asesinado por la dictadura militar del general Pinochet en Buenos Aires.
LOS HECHOS CONSTITUTIVOS DE DELITOS
Desde Enero de 1972 y teniendo 28 años me encontraba ejerciendo el cargo de Intendente provincial en Valdivia, luego de ser nombrado como tal en el ejercicio de sus competencias por el presidente de la república don Salvador Allende Gossens.
El 11 de Septiembre, alertado de que en Santiago estaba en curso un intento por derrocar el gobierno constitucional llegué unos minutos después de las 8.00 horas hasta mi despacho en la Intendencia luego de caminar las pocas cuadras de distancia que habían desde mi residencia particular.
Llamé telefónicamente entonces al jefe militar de la zona general de ejército Héctor Bravo Muñoz para ver su disposición. Este me informó que se había formado una Junta Militar en Santiago a la cual dijo se encontraba subordinado y de la que recibía ordenes. Le representé la ilegalidad e ilegitimidad de ese proceder: me instó a dejar la intendencia y me ofreció un salvoconducto para que junto a mi familia me dirigiera a la Argentina , propuesta que rechacé en forma inmediata y terminante. Se inició entonces un dialogo de sordos pues el insistía en su dependencia de su “Junta” a lo cual yo le insistía en la legitimidad del gobierno legalmente constituido. Ante la prolongación de un diálogo que no tenía punto alguno en que pudiera asentarse alguna forma de entendimiento me señaló que enviaría al coronel Héctor González a conversar conmigo a la intendencia.
Pensé que esa era su voluntad real y no de hacerse por la fuerza de un gobierno que aunque desarmado no se encontraba dispuesto a doblegarse.
En la Intendencia se recibían muchos llamados de la sociedad civil en respaldo al gobierno constitucional solicitando instrucciones.
Le pedí al edecán de carabineros oficial Moya que dispusiera una guardia a la Intendencia evitando que entrara alguien no autorizado. Este oficial operó en sentido absolutamente contrario y dejó entrar a un fuerte contingente militar, que incluía en su apoyo vehículos blindados y contingentes militar con traje de fajina y armamento de guerra.
El coronel González llegó hasta mi despacho acompañado de un numeroso grupo de militares incluido mi edecán de carabineros..Según la prensa de aquellos días le acompañaban el comandante Feliz de Ejército, el mayor comisario de carabineros René Quezada
Se me “invita” a salir de la intendencia, el carabinero da muestras de adherir a la petición, a lo cual le respondo que “no puedo aceptar” su invitación, que no se cuente con mi voluntad para lo que se esta perpetrando.
Los asaltantes actuaban en evidente violación de lo dispuesto en el artículo 4 de la Constitución vigente que disponía, cito a la letra
“Ninguna magistratura, persona ni reunión de personas pueden atribuirse, ni aún a pretexto de circunstancias extraordinarias otra autoridad o derechos que los que expresamente se les hayan conferido por las leyes. Todo acto en contravención a este articulo es nulo”.
Entonces se produce mi privación ilegítima de libertad – secuestro- con fusiles de grueso calibre apuntándome. Los asaltantes me obligan a salir de la Intendencia y me llevan hasta mi domicilio donde me dicen debo quedar bajo arresto domiciliario. En mi casa yo tenía una guardia permanente de carabineros, esta se mantiene, ahora con la orden no de protegerme, sino de mantenerme secuestrado.
Yo no me encontraba cometiendo delito alguno ni mi detención había sido ordenada por una autoridad judicial, era simplemente un secuestro, a mayor abundamiento los militares no están habilitados legalmente para practicar detenciones.
Secuestrado en mi propia casa cuando me enteré de la muerte del presidente Allende un par de días después. Puse un crespón negro en el mástil de la bandera que había en el patio de mi casa pronuncié un homenaje al presidente asesinado, cuyos únicos destinatarios podían ser los carabineros que me secuestraban, pues yo no estaba allí sin poder salir por propia voluntad, y los vecinos más cercanos, los carabineros se mostraron sorprendidos con la noticia que escuchaban.
Un par de días después me visita el oficial de Carabineros Eduardo Gordon, máxima autoridad de su rama en la ciudad, quien en un proceder muy extraño me dio las “condolencias” por la muerte del presidente Allende, a quien dijo conocer desde Valparaíso cuando este era senador u el comisario. Me pregunto por mi cónyuge Lucía Tapia y por mis hijos de dos años uno y de meses el otro a los cuales yo les había pedido irse de la casa, me señaló que esto los ponía en más grave riesgo. Luego de algunas peripecias mi familia volvió a nuestra casa transformada ahora en nuestra prisión, ubicada en Ohiggins 189 de esta ciudad de Valdivia.
A pesar de las garantías, y estando yo secuestrado en el Estadio Nacional de Santiago, mi domicilio fue allanado en tres ocasiones de manera intimidante por enormes contingentes bajo pretexto de buscar armas. Los únicos moradores de la casa eran mi mujer y nuestros dos hijos. En estos actos eran vejatorios y prepotentes en uno de ellos destrozando el techo de la casa cayeron pedazos que rompieron la cabeza mi hijo de dos años que sangró profusamente.
A los 12 días de estar secuestrado en mi propia casa por personas armadas se me traslada vendado y amarrado hasta un aeropuerto donde me suben contra mi voluntad a un avión muy pequeño piloteado por el entonces auditor de ejercito teniente coronel Juan Michelsen y secundado por un funcionario de Obras públicas de apellido Ahumada quien con uniforme militar fingió no reconocerme en circunstancias que habíamos compartido en muchas ocasiones en nuestra común calidad de militantes del Partido Socialista de Chile.
Una enfermera con una jeringa y el riñón correspondiente me aplicó una sustancia que no puedo determinar, pensé que era el preludió de mi asesinato lanzándome a un río o al mar como ya habían hecho con varios obreros del complejo maderero Panguipulli. Me apreste serenamente a llegar a mi hora definitiva alentado por la justicia de nuestros ideales.
Nos detuvimos en Chillán para cargar combustible donde desataron mis amarras que me impedían cualquier movimiento, una persona de sexo masculino, personal civil del aeropuerto se acercó a mi y me susurró “no se mueva por ningún motivo”, mire de reojo y pude observar militares con armas largas y la indudable intención de dispararme, la conocida y delictual ley de fuga.
Reemprendimos viaje hasta llegar a Santiago allí me trasladaron amarrado hasta el Estadio Nacional. En ese lugar miles de chilenos estaban secuestrados por personal militar bajo las ordenes de un coronel de nombre Pedro Espinoza quien en su brutal trato con los secuestrados dejaba evidentes muestras de una personalidad sicopática.
Se me dejó en unos camarines de cemento donde no había camas ni frazadas junto a otros 15 compatriotas a quienes nos llamaban los “jerarcas”, seguramente por nuestras responsabilidades en el gobierno constitucional. El resto de los secuestrados estaban hacinados en tal situación que daban lugar a un hecho difícil de creer, dormían de pié.
Las golpizas a patadas y culatazos eran brutales y cotidianas, se obligaba a los secuestrados a ponerse de rodillas y gritar “Allende conchetumadre”, simultáneamente eran golpeados. Muchas personas murieron allí víctimas de esas torturas o con posterioridad. Hay ya suficiente y abundante registro judicial de los múltiples delitos que allí se cometieron, tan es así que el Estado de Chile estableció, con posterioridad y por ley, la Comisión de Detención y Tortura para intentar reparar patrimonial y en modestísima parte lo allí y en otros lugares sufrido por los secuestrados.
Todos sin excepción fuimos torturados sin causa lógica alguna. A mi se me interrogó bajo una lluvia de golpes de puño y pié, alternados con culatazos por el supuesto “acaparamiento” de azúcar en la intendencia, aunque en estas dependencias nunca existió más allá que la necesaria para llenar un par de azucareros.
Ancianos eran obligados a bailar y cantar para diversión de los soldados con lo que queda de manifiesto que en materia de humillar la condición humana, la perversidad no muestra gran creatividad. Lo sufrido por las mujeres es un capitulo aparte que ofende nuestra condición de seres humanos y de ciudadanos de un país que suponíamos civilizado. Dado el carácter judicial de este relato no entraré en detalles en este punto, refiriéndome solo a los delitos aquí denunciados.
Casi no recibíamos comida, no teníamos posibilidad alguna de asearnos, nuestro estado era tan deplorable que las fotografías que de este calvario se conservan hacen inmediatamente el símil con los campos de concentración nazi.
El oficial Espinoza en su proceder paranoico inventó supuestos ataques militares al estadio y se nos sacaba de nuestro encierro a las 3 o 4 de la madrugada se nos formaba en la cancha de fútbol y luego se nos reasignaba en los encierros pestilentes y asfixiantes, “perdimos” entonces nuestra condición de “jerarcas”.
Permanecí en este lugar, ante el cual el infierno de Dante palidece, por dos meses siendo de los últimos en salir de allí. Durante todo este tiempo estuve sin poder comunicarme sino con otros secuestrados con los que debía compartir hacinamiento y torturas.
Nuevamente el teniente de ejército Juan Michelsen D. secundado por su cómplice Ahumada me trasladaron de vuelta a Valdivia en las mismas condiciones del primer viaje.
En el interín había sucedido algo que sin lugar a dudas evitó mi ingreso a la larga lista de ejecutados políticos por la dictadura.
Soy científico en el ámbito de las ciencias médicas y en particular la necro endocrinología. Días después del golpe militar mi jefe académico en la Universidad Austral de la cual yo era profesor, enterado de las estremecedoras noticias que llegaban desde Chile, durante su participación en un Congreso de la especialidad en la ciudad gala de Marsella informó a la comunidad científica allí reunida de la situación de la cual el suscrito estaba siendo víctima. Esto dio lugar a una solicitud al gobierno francés firmada por todos los concurrentes solicitando interceder ante la dictadura militar chilena a fin que se me respetara, cuando menos mi derecho a la vida.
El gobierno derechista de Valeri Giscard D. ante el genocidio que se estaba desatando procedió a acoger la petición e instruir a su embajada en Santiago en esta orientación. Todos los trámites para saber de mi suerte que realizó mi cónyuge con mi hijo en brazos fue acompañada por el primer secretario de la embajada francesa Sr Nicoulllad No me cabe duda que allí se salvó mi vida.
De vuelta en Valdivia se me ingresó a la cárcel del fuero común, allí había más de trescientas personas que pude identificar como militantes del Partido Socialista, todas ellas expresaban en su aspecto la brutalidad del trato recibido.
El gobierno francés envío al abogado Mario Stasi, quien por razones de maternidad, habla perfecto castellano, aún vive en París donde es un abogado muy importante.
Este desplegó una intensa actividad destinada a evitar cuando menos mi fusilamiento, asesinato que ya se habían cometido en otros “Consejos de Guerra” efectuados en Valdivia.
La prensa de la ciudad y en particular el periodista Eduardo Hunter de “El correo de Valdivia” desplegaba una campaña de difamación en mi contra que por lo burdo en su contenido nunca pensé que pudiera ser tenida en cuenta por alguien en su sano juicio o con un mínimo de objetividad.
Se me acusaba, sin el menor derecho a réplica, de ser el jefe del plan Z en Valdivia.
Este fue un invento de la Junta Militar que sostenía en lo fundamental que el gobierno del presidente Allende preparaba un autogolpe en que se descabezaría a las fuerzas armadas mediante el asesinato masivo de sus oficiales en la segunda mitad del mes de Septiembre con el auxilio de miles de guerrilleros extranjeros para imponer una dictadura marxista, ante lo cual las FFAA en un acto de legítima defensa depusieron al gobierno. Esto se público en un llamado Libro Blanco que se repartío en miles de ejemplares
Con posterioridad Federico Willoughby, secretario de prensa de la Junta Militar el 11 de Septiembre y muy allegado a la embajada norteamericana, ha señalado que esto no fue más que parte una operación de guerra sicológica propia de toda operación militar. De otra parte el jefe operativo de Patria y Libertad Roberto Thieme señaló al diario la Segunda 14 de Agosto de 2003:
“Que se diga que Allende y Cuba tenían controlado con sus aparatos militares al gobierno es un insulto a las fuerzas armadas de Chile. El plan Z y el libro Blanco de Gonzalo Vial son un invento. Usted cree que las FFAA son tan incompetentes que iban a haber 10 mil guerrilleros extranjeros y no lo sabían, cuando gobernaron con Allende desde el 72?. Esto no es verdad”
Lo que el fantasioso periodista Hunter señalaba para Valdivia era que desde la Intendencia con el suscrito a la cabeza se iba a organizar una fiesta infantil en El Coliseo para los hijos de oficiales de las FFAA donde llegarían para ser dejados solos por sus padres, lo cual permitiría que los secuestráramos obligando a sus padres a deponer las armas o sumarse a nuestros perversos planes.
Luego de esta maniobra yo me dirigiría a la desembocadura del río Calle Calle desde donde emergerían por arte de magia, si consideramos la ubicación geográfica de su país, tropas cubanas en lanchas rápidas que ocuparían un Valdivia indefenso.
Esto era burdo y ridículo, pero me tuvo a las puertas de la muerte y me envío a la prisión por años y a un exilio, que siempre será cruel, por decenios.
Un día llegaron a buscarme a la cárcel y me llevaron vendados al regimiento Cazadores. Allí me recibió el oficial Bernardo Puga Concha, a la sazón fiscal militar e investigador de nuestros “delitos” que con un cinismo de opereta dijo condolerse al extremo por mi situación, me ofreció café y cigarrillos, de paso me advirtió que en la pieza del lado había unos interrogadores con fama de salvajes según le habían contado (sic). Todo ello podía arreglarse si yo ratificaba una declaración que habían redactado ellos mismos, y que bajo atroces torturas, había sido firmada por la dirigente la dirigente socialista Leda Santibañez. La declaración se coincidía con las burdas acusaciones que el periodista Hunter atizaba en la prensa.
Me negué a firmar tamaña brutalidad y se me arrastró a la pieza del lado, donde fui desnudado y un dentista del ejército, lo pude reconocer por su voz y forma de operar procedió a ponerme los cables que me aplicarían electricidad en la boca. Previamente fui objeto de todo tipo de mofas humillantes en cuanto a mi estado físico, En efecto, había perdido cuando menos 20 kilos en medio de las penurias vividas. Mis gritos de dolor no pudieron dejar de ser escuchados por el fiscal Puga.
Luego de esas torturas fui devuelto al oficial Puga que continuó con su cantinela de su supuesta preocupación por mi persona.
El abogado francés Mario Stasi fue autorizado a ingresar al Consejo de Guerra realizado en el regimiento Cazadores, en un evidente afán de la dictadura de no enemistarse con un gobierno europeo de derecha. Se hicieron presentes dos abogados franceses don Fernando Petschen y don Jacques Piotr de la Cruz Roja y un periodista de la agencia de noticias francesas France Press don Jaques Kaufman.
El 29 de Abril de 1974 se celebró el llamado Consejo de Guerra. Mis secuestradores me sometían a juicio. La víctima debía defenderse y justificarse en esta parodia de juicio ante los delincuentes. Este procedimiento arbitrario e ilegal se caratuló Rol 1455-73 Consejo de Guerra Valdivia
Esto no fue un juicio susceptible de impugnarse mediante recursos judiciales. Como actos jurídico procesales no son nulos sino simplemente inexistente de igual manera que la apropiación violenta de cosa ajena no mutara jamás en posesión.
Esto es simplemente un acto de encubrimiento de los delitos de secuestro, torturas y usurpación defunciones de un gobierno legalmente constituido. Se constituyó en si mismo en un acto mas del secuestro de que era víctima.
La forma en que se desarrollo este “Consejo de Guerra “ fue tan grotesca que a todo sus participantes quedó claro que su “presidente se encontraba manifiestamente bajo la influencia del alcohol cuando menos,mientras este se desarrolló.
En esta mascarada se nos acusó, cito a la letra la sentencia, de:
“ Que ante la posibilidad del derrocamiento del gobierno del ex presidente Salvador Allende por las Fuerzas Armadas y Carabineros, el Partido Socialista elaboró un detallado Plan para presionar a las Fuerzas Armadas y Carabineros consistente en a).- Secuestrar a los hijos y cónyuges de Oficiales y Personal de Ejército y Carabineros. Una vez secuestrados serian llevados en calidad de detenidos y rehenes al Coliseo Municipal, pidiendo en cambio la rendición de los Oficiales y personal con sus armas a cambio de la vida de sus familiares; b).- Los que se opusieran serian fusilados; c).- Se procedería al ingreso de armas por el paso cordillerano de Huahùn…”.
Todas estas falsedades se dieron por acreditadas en una investigación a la cual nunca tuvieron acceso nuestros abogados defensores y en que todos los acusados fuimos torturados.
Uno de ellos don Patricio Miranda Olivares es un abogado que ejerce su profesión actualmente en Valdivia y que podría testimoniar sobre como se llevó adelante la “investigación”.
La parodia de juicio duró una mañana, las defensas no pidieron ser orales de parte de nuestros abogados, en mi caso don Aniceto Herrera, sino simplemente leídas, pues debieron ser previamente visadas por el tribunal. Los delincuentes buscaban evitar que se aludiera a la ilegalidad de todas sus actuaciones y a la comisión evidente de los delitos de usurpación de funciones y secuestro cuando menos.
En la “sentencia” se deja establecido que los “delitos” habrían sido cometidos por el Partido Socialista y sus integrantes. Al año siguiente carabineros sometió a Consejo de Guerra a los dirigentes de la Juventud Socialista de Valdivia, con similares acusaciones. Resulta evidente que no se montaban estas parodias por hechos cometidos sino por nuestra condición de socialistas.
Fuimos víctimas de esta mascarada el Alcalde de la ciudad don Luis Díaz Borquez, la dirigente socialista Leda Santibáñez Azòcar , el dirigente socialista y de la coalición de gobierno Unidad Popular don Uldaricio Figueroa, don Juan Uldarico Yilorn Martìnez y don Víctor Hugo Hormazabal , entre otros.
Compusieron el remedo de juicio pomposamente llamado “Consejo de Guerra” las siguientes personas:
Presidente: Juan Michelsen D, auditor de Ejército.
Integrantes: Tcl Ejército Klaus Joaschan Scheuerlein, Mayor Ejército Mario Manterola, Mayor Ejército Marcelo Jara de La Maza , Tcl Carabinero Humberto Rodríguez, Tcl Carabineros Manuel Vives, Mayor Carabineros René Quezada de La Plaza , Mayor de Carabineros Juvenal Contreras Valck
Reemplazantes: Mayor Juvenal Contreras, Mayor Anibal Espinoza, Capitán Rodolfo Schild y Tcl Carabineros Fernando Maureira.
Jueces militares: Generales Héctor Bravo Muñoz, Fernando González Béjar y Fernando Paredes.
Se me condenó” a presidio perpetuo bajo los burdos cargos instigados por Hunter en la prensa. Por el supuesto delito de Traición a la Patria en grado de frustración por haber apoyado al “enemigo marxista”.
No hay constancia legal alguna que el parlamento chileno le haya declarado la guerra alguna vez a tan peculiar y difuso enemigo.
Se rechazó nuestra alegada atenuante de irreprochable conducta anterior pues aunque nunca habíamos sido condenados por delito alguno, los secuestradores erigidos en jueces determinaron que nuestros maléficos planes, que debieron ser urdidos durante mucho tiempo nos hacían perder la irreprochable conducta. No se conoce razonamiento similar en ningún fallo de tribunal no militar en Chile.
La sentencia se confirmo en el Juzgado Militar, modificando tan sólo los homicidios que se aprestaban a cometer bajo el eufemismo de condena a muerte por fusilamiento.los que derivaron en secuestro a perpetuidad.
Luego pasé por diversas cárceles y prisiones. Se me llevó a Talca luego que en la cárcel de Valdivia recibiera innumerables visitas de tantas personas que asumiendo riesgos personales gravísimos me visitaban expresándome su solidaridad ante las vejaciones que estaba sufriendo.
El año 1977 se permutó mi secuestro por exilio dicho en las palabras de los victimarios se conmutó la pena a cambio de extrañamiento en virtud del ilegal Decreto 504.
Mi forzado exilio se prolongó por casi 20 años, no he podido votar en elecciones ejerciendo mis derechos políticos, las penas accesorias como inhabilitación perpetua para oficio o cargo público se mantienen.
EL DERECHO:
Sin aplicables a estos hechos entre otras las siguientes normas jurídicas:
1.- Ley 20.357 que Tipifica los Delitos de Lesa Humanidad e incorpora a la legislación chilena el Estatuto de Roma . En ella se señala, entre otras disposiciones que:
Artículo 1º.- Constituyen crímenes de lesa humanidad los actos señalados en el presente párrafo, cuando en su comisión concurran las siguientes circunstancias:
1º. Que el acto sea cometido como parte de un ataque generalizado o sistemático contra una población civil.
2º. Que el ataque a que se refiere el numerando precedente responda a una política del Estado o de sus agentes; de grupos armados organizados que, bajo la dirección de un mando responsable, ejerzan sobre algún territorio un control tal que les permita realizar operaciones militares, o de grupos organizados que detenten un poder de hecho tal que favorezca la impunidad de sus actos.
Artículo 2º.- Para efectos de lo dispuesto en el artículo precedente, se entenderá:
1º. Por "ataque generalizado", un mismo acto o varios actos simultáneos o inmediatamente sucesivos, que afectan o son dirigidos a un número considerable de personas, y
2º. Por "ataque sistemático", una serie de actos sucesivos que se extienden por un cierto período de tiempo y que afectan o son dirigidos a un número considerable de personas.
Artículo 5º.- Será castigado con la pena de presidio mayor en cualquiera de sus grados, el que, concurriendo las circunstancias descritas en el artículo 1º
7º. Privare a otro de su libertad por más de cinco días, salvo en los casos a que se refieren los dos últimos incisos del artículo 141 del Código Penal, en cuyo caso se estará a la sanción ahí contemplada;
2.- Delito de Secuestro contemplado en el artículo 141 del Código Penal. Art. 141 El que sin derecho encerrare o detuviere a otro privándole de su libertad, comete el delito de secuestro y será castigado con la pena de presidio o reclusión menor en su grado máximo.
En la misma pena incurrirá el que proporcionare lugar para la ejecución del delito.Si se ejecutare para obtener un rescate o imponer exigencias o arrancar decisiones será castigado con la pena de presidio mayor en su grado mínimo a medio.Si en cualesquiera de los casos anteriores, el encierro o la detención se prolongare por más de quince días o si de ello resultare un daño grave en la persona o intereses del secuestrado, la pena será presidio mayor en su grado medio a máximo.
El que con motivo u ocasión del secuestro cometiere además homicidio, violación, violación sodomítica o algunas de las lesiones comprendidas en los artículos 395, 396 y 397 Nº 1, en la persona del ofendido, será castigado con presidio mayor en su grado máximo a muerte.1
3.- Delito de Tortura
Artículos 150 A y 150 B del Código Penal y 330 del Código de Justicia Militar.
4.- Usurpación de funciones
Art. 221 El empleado público que dictare reglamentos o disposiciones generales excediendo maliciosamente sus atribuciones, será castigado con suspensión del empleo en su grado medio.
5.- Asociación Ilícita.
Art. 292 Toda asociación formada con el objeto de atentar contra el orden social, contra las buenas costumbres, contra las personas o las propiedades, importa un delito que existe por el solo hecho de organizarse.6
Art. 293 Si la asociación ha tenido por objeto la perpetración de crímenes, los jefes, los que hubieren ejercido mando en ella y sus provocadores, sufrirán la pena de presidio mayor en cualquiera de sus grados. Cuando la asociación ha tenido por objeto la perpetración de simples delitos, la pena será presidio menor en cualquiera de sus grados para los individuos comprendidos en el acápite anterior.
Art. 294 Cualesquiera otros individuos que hubieren tomado parte en la asociación y los que a sabiendas y voluntariamente le hubieren suministrado medios e instrumentos para cometer los crímenes o simples delitos, alojamiento, escondite o lugar de reunión, serán castigados, en el primer caso previsto por el artículo precedente, con presidio menor en su grado medio, y en el segundo, con
POR TANTO: De conformidad a lo dispuesto en el artículos 93 y siguientes del Código de Procedimiento Penal Vengo en solicitar se tenga por interpuesta querella criminal por los delitos señalados en contra de todos los que resulten responsables, acogiendo a tramitación la acción penal deducida.
PRIMER OTROSI: Visto lo dispuesto en el articulo 100 número 1 del Código de Procedimiento Penal, vengo en solicitar en mi calidad de personalmente ofendido se me declare exento de la obligación de rendir fianza de calumnia.
Sírvase SS acceder a lo solicitado.
SEGUNDO OTROSI:
Vengo en acompañar:
1.-Fotocopia de la sentencia del llamado Consejo de Guerra rol 1455-73 Valdivia.
2.- Certificado emanado del Ministerio del Interior en que consta mi calidad de Intendente de Valdivia señalada en lo principal de esta presentación.
3.- Certificado del Servicio Electoral en que consta como se canceló mi inscripción electoral.
4.- Recorte de diario de “El Correo de Valdivia”.
Sírvase SS tenerlos por acompañados.
TERCER OTROSI. Vengo en solicitar las siguientes diligencias:
1.- Al tenor del certificado del Ministerio del Interior acompañado en el otrosí anterior se oficie a este para que informe quien declaró “vacante” el cargo de intendente el 11 de Septiembre de 1973.
2.- Se cite a declarar en calidad de testigos:
a.- El Abogado don Patricio Miranda Olivares.
b.- Uldaricio Manuel Figueroa Valdivia.
c.- Juan Uldarico Yilorn Martìnez.
D.- Don Luís Díaz Borquez
POR TANTO : ruego a SS se sirva acceder a lo solicitado.
CUARTO OTROSI. Designo abogado patrocinante y confiero poder al abogado Roberto Ávila Toledo domiciliado para estos efectos en calle Ohiggins 463 cuarto piso oficina 13 y con domicilio en Santiago en calle Huérfanos 1373 oficina 309 fono 6993450 correo electrónico roberticochile@yahoo.es
POR TANTO: Ruego a SS se sirva tenerlo presente