Ocupado
estoy en escribir un texto sobre el proceso penal chileno, pero las
propuestas de la casta política son tan incoherentes, disparatadas
perjudiciales y agresivas con la sociedad civil chilena, que no puedo
dejar de comentarlas.
El senador Girardi,
esta muy preocupado por el erario nacional, como no. El ha sido
presidente del senado de Chile y en tal calidad ha recibido ingresos y
asignaciones por más de 32 millones de pesos mensuales superando en
retribución por su labor lo que percibe el Rey de España mensualmente.
Un buen número de millones le entregó el estado en una rendición de
cuentas electorales hechas con facturas falsas, no se ha tenido noticias
que la suma haya sido devuelta al erario fiiscal.
Girardi
propone un nuevo proyecto de ley. Ahora quiere que se aumente
drasticamente el
precio de los cigarrillos ha dicho por TV que hay países donde una
cajetilla cuesta 10 dolares (5 mil quinientos pesos chilenos) por los
impuestos, eso le gusta al descendiente de italianos, harta platita para
el erario fiscal. Pero cuando se fija el sueldo minimo nada dice.
Este
político que ha hecho de la defensa verbal de las libertades y el
relativismo axiológico posmoderno una lucrativa profesión se nos pone
autoritario y quiere que se nos sancione !! penalmente !! por fumar en
lugares publicos como un parque, no vaya a ser cosa que un niño vea el
mal ejemplo; por fumar no por robarnos el erario
fiscal. Paralela y paradojicamente defiende con entusiasmo, digno de
mejor causa la legalización de ciertas drogas.
El
consumo de cigarrillos en Chile viene de una sociedad stresante en la
que Girardi a lucrado a más no poder, como parte de la casta politica.
En este país el Metro de Santiago vale 4 veces más que el de Buenos
Aires, el sueldo minimo es casi la mitad del de Venezuela, la educación
se paga a diferencia de Bolivia donde es gratis, la salud privada es más
cara que en Alemania, Chile gasto el año pasado 2.000 millones de
dolares en armas; una escuela para 500 alumnos cuesta un millón y
medio, pagamos la electricidad más cara de América Latina, sólo aportan
al fondo de pensiones los trabajadores a diferencia del resto el mundo
donde también lo hacen el estado y los empresarios, tenemos la clase
política más cara del continente que por si y ante si se autoasigna
remuneraciones millonarias, hace 25 años se desató la crisis ambiental
en Santiago y sólo ahora anuncian con fanfarrias que las medidas
paliativas se empezarán a aplicar el 2016.
En este contexto sólo me cabe agregar ! Girardi deja que por lo menos nos fumemos un cigarrito !.
ROBERTO AVILA TOLEDO