El
Ministro en Visita Extraordinaria de la Corte de Apelaciones de Talca
para Derechos Humanos, Hernán González García, despachó una orden de
detención y sometió a proceso a Erwin Jiménez Andía Pereira como autor
del delito de falso testimonio.
En
Septiembre de 1973 el agricultor de la localidad de Catillo, cercanías
de Talca, Ruperto Oriol Torres Aravena fue detenido por carabineros del
Retén del mismo nombre, al cual se había presentado voluntariamente. De
allí se pierde todo rastro sobre su persona. Había estado detenido días
antes por efectivos militares.
Se
instruyó un proceso y se condenaron carabineros, pero sus restos nunca
aparecieron, quedando en calidad de detenido-desaparecido.
De
acuerdo a fichas encontradas en Colonia Dignidad, habría sido asesinado
de un balazo en la nuca junto a otros presos por razones políticas y
enterrado en el Retén de Catillo al igual que otras personas.
En
2010 se registró información de la aparición de restos que podrían ser
los suyos en el referido Retén de Catillo en el marco de la construcción
de un nuevo retén de Carabineros.
El
procesado Andía Pereira, encargado de las obras, ocultó los restos y
negó terminantemente su aparición a pesar de las innumerables pruebas en
contrario.
La
detención de Andía Pereira es relevante, pues todo indica que su
encubrimiento debió responder a instrucciones de alguien. La situación
sería muy grave pues ocurrió en un recinto policial de una institución
que se supone actúa en los marcos de un estado de derecho.
En
la causa son querellantes los abogados Loreto Meza, por el Programa de
Derechos Humanos del Ministerio del Interior, y Roberto Ávila Toledo
por los familiares. Este último señaló su satisfacción por la resolución
y su esperanza en que los hechos se aclaren y los restos de la persona
desaparecida aparezcan trayendo tranquilidad a la familia luego de más
de 40 años de sufrimiento. Es importante también – agregó- que se aclare
por cuenta de quien Andía Pereira encubrió los hechos, no se necesita
ser muy suspicaz para darse cuenta hacia donde apuntan las sospechas.
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