LA CLASE POLITICA HA PERDIDO LA VERGÜENZA

Se dice que el ser humano es el único animal de mejillas rosadas. Somos la única especie que puede avergonzarse de sus actos. Parece que en  este punto nuestra clase política, conformada por quienes han hecho de la política una profesión, es también una excepción.

No tengo nada personal contra el diputado Pedro Velásquez sólo recuerdo haber estado en una reunión con el cuando era alcalde de Coquimbo donde me dio un trato muy deferente. Sin embargo no puedo dejar pasar mi asombro, por decir lo menos, que este parlamentario haya sido designado vicepresidente de la Cámara de Diputados cuando fue condenado por los Tribunales de Justicia por malversación de caudales públicos y fraude al fisco, cuando aún le adeuda casi 300 millones de pesos al municipio de Coquimbo y esta con prohibición a perpetuidad de ejercer el cargo de Alcalde.

Con estos antecedentes resultaría hasta difícil encontrar un trabajo común y corriente, sin embargo en el parlamento los criterios son distintos, harto distintos.

El que en esta situación sus pares le nombren su representante da cuenta también de la estatura moral, ínfima, de sus mandatarios.

La clase política chilena ha perdido la vergüenza.

La forma rapaz como estrujan el erario nacional en provecho propio ya no guarda ni las formas.

El senador José Antonio Gómez auto propuesto para la primera magistratura fue el representante de una de las sociedades con la que se sacaba el lucro como por una tubería desde la Universidad del Mar. El señor Gómez, al que le apasionó la política del 90 en adelante cuando esta se hizo lucrativa, ni siquiera se ha tomado la molestia de aclarar o disculparse paralelamente enarbola, en su  tan venida a menos candidatura, el estandarte de la educación pública.

El presidente Piñera vendió Lan casi seis meses después de haber asumido, luego de haberse comprometido a ello, en ese lapso la demora le significó una utilidad de 1.200 millones de dólares.

El presidente del senado de Chile recibe entre dieta y viáticos 32 millones de pesos mensuales, estos 65 mil dólares  es más que lo que España le paga a su monarca por el ejercicio del más alto cargo del reino.

El diputado socialista Fidel Espinoza señalo a la prensa que su correligionario Camilo Escalona, entonces presidente del senado, tenía contratada a su cónyuge como asesora pagada por esta corporación, situación prohibida de acuerdo a reglamento,  el aludido ni siquiera respondió.

Cuando los senadores se aumentaron, por si y ante si,  dos millones de pesos mensuales bajo pretexto de “difundir actividades en terreno”  presenté un recurso de protección, los senadores señalaron que ya habían dado vuelta la hoja. Los diputados los criticaron, pero ya hacía meses que ellos mismo también se habían autoasignado los dos millones mensuales.

El senador Girardi de larga trayectoria en estas lides anuncia por estos días  que con Bachelet  “se vienen buenos tiempos” me siento casi llamado a presentar un recurso de protección por el erario nacional.

Patricio Aylwin, Ricardo Lagos, Eduardo Frei y Michelle Bachlet reciben de por vida entre 13 y 15 millones de pesos mensuales como ex presidentes, estos incluyen dos millones mensuales para viajes. Estos es disfrutar la vida a costa de los… demás. La señora Bachelet recibe también pensión de las Fach como hija soltera de un oficial. Estos no le dan tregua al erario público.

El director del SII le condonó casi 300 millones de dólares a la tienda Jhonson, sin siquiera consultarle al presidente. Sigue en su puesto, es el SII tan comprensivo con el pequeño almacén de barrio que no da una boleta?.

Los escándalos se suceden, pero hasta ahora no han procesado a nadie por los sobreprecios del Ministerio del Interior o por el fraude de Kodama en que incluso salió una ministra defenestrada como consecuencia directa del escándalo.

Fue aventado el ministro de Justicia Teodoro Rivera  por su participación en el lucro de la educación pero ni el ni su universidad han recibido sanción alguna lo que demuestra que la Universidad del Mar cayó  simplemente porque no tenía padrinos políticos, pues todas las universidades hacen lo mismo.

Quien nombra a los jueces?; el Ministerio de Justicia. Quien nombra a los ministros de la Corte Suprema?; el Ministerio de Justicia y el Senado.

A Chile le hace falta una nueva Constitución que entre otras cosas obligue a estos roedores del erario fiscal a vivir de su trabajo, que a fin de cuenta es lo más saludable, para todos.

ROBERTO AVILA TOLEDO